Héroe de la semana:
The Hellhates: los rebeldes que devuelven el psychobilly al filo del peligro
En nuestra sección «Héroe de la Semana», hoy no destacamos a una sola persona… sino a una banda entera que ha hecho de la rebeldía un estilo de vida. Desde Murcia para el mundo, The Hellhates llevan dos décadas retorciendo las raíces del rock and roll y el psychobilly hasta convertirlas en algo propio: más sucio, más potente y más vivo que nunca. Con actitud desafiante y una puesta en escena que se queda grabada en la memoria, siguen conquistando escenarios dentro y fuera de España. Hablamos con ellos sobre sus comienzos, sus luchas y esa eterna necesidad de romper con todo lo establecido.
La banda The Hellhates nació en Murcia en 2004. ¿Qué fue esa chispa con la que todo empezó — un encuentro casual, una idea, un concierto, o simplemente el espíritu de aquella época?
Pues un poco de todo, un encuentro entre colegas en un bar, una idea que siempre habia estado ahí, y más que el espíritu de aquella época fue intentar retomar un espíritu anterior a esa época pero transgrediendo un poco el estilo jeje.
Desde sus inicios, vuestro sonido ha evolucionado mucho: de un estilo crudo y callejero a algo más potente y preciso. ¿Cuál fue el momento clave que marcó ese crecimiento?
Si, con los años pues te vas perfeccionando y/o evolucionando, y sin duda alguna el momento clave fue la grabación del disco From the roots to the Edge.
Trabajar en «From the Roots to the Edge» fue un punto de inflexión para la banda. ¿Qué parte del proceso de grabación os hizo mirar vuestra música —y a vosotros mismos— desde otra perspectiva?
Pues escucharlo ya terminado y ver el sonido que habíamos conseguido.
En vuestras canciones hay mucha energía, emoción y honestidad. ¿Qué suele aparecer primero: la historia, el estado de ánimo o un riff?
Esa pregunta es muy interesante, pero no hay ningún patrón, a veces es un riff, otras solo tengo una frase y de ahí va saliendo el tema y otras me sale en inglés pero al final la paso al castellano, en fin un poco de todo.
Os inspiráis en las raíces musicales de los años 50 y 80, pero vuestro sonido sigue sonando fresco y actual. ¿Cómo lográis equilibrar el respeto por el pasado con la búsqueda de algo nuevo?
Pues la verdad que es algo que sale solo, pero el sonido que llevamos está muy buscado y elegido a propósito y no lo solemos variar demasiado.
En vuestra propuesta artística hay coherencia: en el sonido, en la imagen y en la puesta en escena. ¿Qué es más importante para vosotros: cómo os escuchan o cómo os recuerdan?
La música es lo primero está claro, pero la puesta en escena es algo muy importante también, van de la mano las dos cosas completamente.
El psychobilly y el rockabilly son géneros con carácter propio y reglas no escritas. ¿Qué creéis que les está dando una segunda vida hoy en día?
Pienso que son ciclos que se van repitiendo, siempre ha estado ahí, pero es verdad que ahora se mueve un poquito más.
¿Cómo sentís vuestro lugar dentro de la escena española y europea? ¿Como rebeldes, guardianes de la tradición o quienes empujan el género hacia adelante?
Totalmente rebeldes. No encajamos en festivales puramente rockabilly o Psychobilly. Pero a nosotros nos encanta jeje. El grupo se creo para romper estereotipos.
Ya habéis coincidido con FOTKAI en vuestros conciertos. ¿Qué pensáis del proyecto y de la forma en que capturamos las emociones reales y la atmósfera de los directos? ¿Qué os resulta más especial: la memoria visual, la energía del momento o la posibilidad de compartirlo con la gente?
Muy contentos con vuestro proyecto, no todos los fotógrafos saben captar el momento y vosotros lo conseguis.
Las tres cosas que me preguntas son especiales, memoria, energía y poder compartirlo con la gente.
