KrashKarma Conquista Murcia sin Disimulo
El 15 de octubre en Murcia, en la sala Spectrum, el dúo KrashKarma provocó una verdadera explosión de energía. En el escenario había solo dos músicos — Ralph Ditel y Nicky Skistimas — y eso fue suficiente para llenar el espacio, superando cualquier expectativa de los escépticos. La música en el estilo alternativo-metal cautivó la sala desde los primeros segundos, sin dejar indiferente a nadie.
La escenografía minimalista funcionaba como amplificador: luz, batería, guitarra y nada más. Cuando eliminas lo superfluo, la música habla más fuerte. Nicky simultáneamente dirigía la voz y marcaba el ritmo en la batería, lo que exige no solo maestría, sino también una concentración inquebrantable. Ralph, armado con una guitarra-bajo híbrida, creaba desde densas paredes de sonido hasta saltos dinámicos abruptos, complementando todo con potentes inserciones de growl. Sus movimientos en el escenario no eran aleatorios: cada gesto se correlacionaba con la frase musical.
El sonido era un fenómeno físico: el bajo atravesaba el pecho, la batería sacudía los pisos, la guitarra ardía y raspaba. Pero lo principal no estaba en la potencia, sino en la honestidad. Cuando los instrumentos se fusionaban en una pared monolítica de sonido, no era negligencia: era una invasión intencional, un ritual. Cada composición se desarrollaba como un microdrama con su propia lógica de tensión y liberación, y el oyente no podía permanecer como mero observador.
Antes del inicio del concierto ocurrió un momento notable: los músicos notaron el portafolio del fotógrafo Andrey Lukovnikov y quisieron hacer una sesión de fotos con él. Este detalle dice mucho sobre KrashKarma. En una época cuando muchos artistas tratan su imagen visual de manera formal, este grupo se interesa en los detalles, valora la maestría y quiere ser retratado dignamente. Este enfoque es raro y merece ser mencionado.
He aquí la paradoja del concierto en vivo: cuanta menos gente hay en el escenario, más sientes. KrashKarma lo comprendió y lo utilizó sabiamente. Dos personas, dos instrumentos, y ante ti no está simplemente una actuación, sino una declaración. No hay enmascaramiento de defectos con numerosos efectos, no hay elementos que distraigan, solo maestría y riesgo. Es arriesgado, y KrashKarma lo hicieron con honor.
Cuando se apagaron las luces, la energía del concierto aún flotaba en la sala. El grupo salió hacia los aficionados, repartía autógrafos, posaba para fotografías, no se apresuraba a desaparecer, no actuaba como estrellas. En este calor, en esta accesibilidad, estaba la continuación del mismo principio: sin barreras entre los músicos y la audiencia. Fue un concierto, no un espectáculo. Y en un mundo donde los éxitos de taquilla y efectos especiales abruman con su escala, una música así suena provocativamente honesta.
KRASHKARMA BACKSTAGE — SESIÓN EXCLUSIVA DE FOTOS ⚡
FOTÓGRAFO: ANDREY LUKOVNIKOV
We really appreciated FOTKAI’s energy and creative direction. Even in a short session before the show, he created an atmosphere that felt spontaneous and alive. His approach — encouraging movement, attitude, and a bit of chaos — captured the essence of KRASHKARMA perfectly and resulted in images that feel raw and full of energy. His enthusiasm made the whole shoot feel effortless and inspiring.