España se despide de Robe Iniesta: muere la voz legendaria de Extremoduro y un icono del rock de toda una generación
España lamenta la pérdida de una de las figuras más relevantes de su cultura musical: a los 63 años ha fallecido Robe Iniesta, fundador y líder de la mítica banda Extremoduro, cuyo nombre durante décadas fue sinónimo de rock español y de poesía rebelde. La noticia fue confirmada oficialmente por su equipo y su sello, que la describieron como «el anuncio más duro» y destacaron que el mundo perdía «a un filósofo, humanista y artista capaz de hacer que toda una generación sintiera la música hasta lo más profundo.»
Las circunstancias de su muerte aún no han sido reveladas, pero se sabe que en los últimos años el músico enfrentó graves problemas de salud. A finales de 2024, Robe se vio obligado a cancelar las fechas restantes de su gira tras ser diagnosticado con una enfermedad tromboembólica pulmonar, lo que le obligó a retirarse completamente de la vida pública y centrarse en su recuperación. A pesar de su repentino silencio mediático, los seguidores nunca perdieron la esperanza de su regreso, pues Iniesta jamás anunció de forma oficial el final de su carrera.
El camino musical de Robe Iniesta comenzó en Plasencia, donde nació el 16 de mayo de 1962. Fue allí, a finales de los años ochenta, donde se formó Extremoduro, que pronto se convertiría en una de las bandas más influyentes de la historia del rock español. El estilo de Iniesta era inconfundible: letras crudas, emocionalmente desnudas, unidas a un potente sonido rock que dieron forma a un nuevo movimiento —el «rock extremo poético». Sus versos se repetían en las calles, en las universidades y en los locales de ensayo donde jóvenes músicos lo consideraban un mentor espiritual.
Con los años, Iniesta se transformó no solo en un músico, sino en un símbolo cultural que llevó la poesía rockera a un nivel completamente distinto. Sus conciertos reunían a decenas de miles de personas y cada nuevo paso en su trayectoria artística se convertía en un acontecimiento nacional. Incluso tras iniciar su carrera en solitario, el interés por él nunca disminuyó: sus discos seguían entrando en las listas y su voz se mantenía tan sincera como en los primeros años de Extremoduro.
La noticia de su muerte generó una enorme ola de reacciones. Artistas, periodistas, escritores y miles de seguidores inundaron las redes sociales con sus versos —sobre el amor, el dolor, la libertad y la vulnerabilidad humana. Muchos lo llamaban «el poeta de la calle», otros «el último romántico del rock español», pero todos coincidían en algo: Robe Iniesta dejó un legado imposible de medir en números o ventas.
En Plasencia, su ciudad natal, ya se prepara un gran concierto homenaje para que seguidores y colegas puedan despedirse de quien se convirtió en la voz de toda una época. España se despide no solo de un artista, sino de una figura creativa única cuya música y palabras seguirán vivas —en la memoria, en las canciones y en los corazones de quienes inspiró.
















