Beyoncé entra en el club de los multimillonarios: Forbes valora su fortuna en más de 1.000 millones de dólares
La superestrella estadounidense Beyoncé Knowles-Carter se ha convertido oficialmente en multimillonaria. Según la revista Forbes, su patrimonio neto ha superado los 1.000 millones de dólares, lo que la sitúa entre el reducido grupo de artistas que han logrado transformar una carrera musical y el control total de su marca en una fortuna de nueve y diez cifras.
De acuerdo con Forbes, los principales factores detrás de este logro son los ingresos por giras, la propiedad de los derechos musicales y una estructura empresarial construida estratégicamente a lo largo de los años. En 2025, Beyoncé figuró entre los músicos mejor pagados del mundo, con ingresos aproximados de 148 millones de dólares antes de impuestos, uno de los resultados más sólidos de la industria musical global.
Las giras de conciertos siguen siendo el principal motor financiero. En 2025, la artista realizó el Cowboy Carter Tour, que se convirtió en la gira más taquillera del año. Solo la venta de entradas generó más de 400 millones de dólares, a lo que se sumaron decenas de millones procedentes de merchandising oficial y ventas asociadas. Un año antes, el éxito se consolidó con el Renaissance World Tour, que cerró con ingresos cercanos a los 600 millones de dólares, confirmando a Beyoncé como una de las mayores estrellas del directo a nivel mundial.
Un elemento clave de su éxito financiero es que Beyoncé es propietaria de la mayor parte de su catálogo musical. Esto le garantiza ingresos estables a largo plazo procedentes del streaming, las licencias y el uso de su música en cine, publicidad y proyectos digitales. Según los analistas de Forbes, el control de la propiedad intelectual constituye la base de su fortuna multimillonaria.
Su modelo financiero se articula en torno a Parkwood Entertainment, la empresa que fundó en 2010. A través de Parkwood, Beyoncé gestiona el lanzamiento de álbumes, la producción de giras, proyectos cinematográficos y documentales, así como asociaciones estratégicas con marcas globales. Esta estructura le permite mantener su independencia creativa y conservar la mayor parte de los beneficios.
Además de la música, Beyoncé ha desarrollado varios proyectos comerciales, entre ellos la marca de cuidado capilar Cécred y la marca de bebidas espirituosas SirDavis. Anteriormente, también colaboró en la marca de moda Ivy Park, cuya asociación finalizó en 2024. Aunque estos negocios no representan la principal fuente de su patrimonio, han reforzado su posición como empresaria y propietaria de una marca global.
Al alcanzar el estatus de multimillonaria, Beyoncé se ha unido a un grupo extremadamente exclusivo de músicos con patrimonios superiores a los 1.000 millones de dólares. En esta lista figuran su esposo Jay-Z, así como Rihanna, Taylor Swift y Bruce Springsteen, artistas que han logrado convertir la popularidad y los derechos de autor en un éxito financiero sostenible.
Los expertos señalan que la trayectoria de Beyoncé es un ejemplo de cómo una carrera musical, combinada con una gestión inteligente de activos y una visión estratégica, puede generar no solo influencia cultural, sino también un impacto económico excepcional. Según Forbes, su camino hacia los mil millones de dólares es el resultado de años de trabajo constante y no de un único éxito comercial.
















